lunes, 30 de marzo de 2009

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL MUNDO DE HOY !!

No se exagera al insistir en el impacto de los medios de comunicación sobre el mundo actual. El surgimiento de l a sociedad de la información es una verdadera revolución cultural que transforma a los medios de comunicación en "el primer Areópago de nuestra época, en la cual se intercambian constantemente ideas y valores. A través de los medios de comunicación la gente entra en contacto con personas y acontecimientos y se forma sus opiniones sobre el mundo en el que vive. Incluso ahí se configura su modo de entender el sentido de la vida. Para muchos su propia experiencia vital es en gran medida una prolongación de la experiencia de los medios de Comunicación. (ef. Pontificio Concejo para las comunicaciones Sociales, actatis Novae 2) Juan Pablo II.
Esto es un hecho la influencia social y cultural de los medios de comunicación se ha acrecentado extraordinariamente en las últimas décadas, es innegable que las redes electrónicas, están presente en la vida de cualquier persona, o de cualquier familia media durante porciones de tiempo cada vez más extendidas. Tomar conciencia de la intensidad con la que se nos presenta este fenómeno, es lo que intentamos plantear, somos parte de este fenómeno y querámoslo o no, debemos fijar nuestra posición frente a ello, de no hacerlo, serán los medios los que decidan por nosotros, si aún no lo han decidido. Estamos convencido de que gran parte de la formación moral y cultural de niños y adolescentes del mundo de hoy es el resultado de las tensiones entre un sistema educativo formal y otro que se a dado en llamar sistema "para educativo o informal", es decir los jóvenes de hoy están sometidos a la influencia de dos "educadores" que a menudo compiten entre sí: la escuela y los medios de comunicación. De lo que se ha comprobado fehacientemente, que son los medios electrónicos quienes tienden a salir triunfante por ser los que más tiempo permanecen en cada uno de nosotros. Muchas veces se nos critica a quienes como nosotros asumimos una posición de auto crítica, ante el poder de algunos medios de comunicación, acusándonos falsamente de traidores, aduciendo que inclusive nosotros para elevar nuestras propias críticas, debemos de hacer uso de los mismos canales a los cuales criticamos. Y es que no son los canales, que nos proporcionan los medios, a los que criticamos, si no a quienes hacemos un mal uso de esos mismos canales,con lo que el problema central estaría básicamente en algunos comunicadores.
Según el semiólogo Eliseo Veron "La prensa amarilla es hoy en día muy popular en el mundo, y sobre todo un fenómeno de clases bajas. Probablemente es cierto que cuanto más precaria sea la situación de las audiencias, tanto más puede ese tipo de prensa cumplir una función psicológica importante:Comprobar como lo dice el estribillo de una canción popular:"...el mundo fue y será una porquería ya lo se, en el...", permitiendo de este modo generalizar la desgracia. Nadie nos puede negar hoy en día, que hay algunos medios de comunicación que hacen del amarillismo la tinta preferida de sus plumas. Pero también estoy convencido de que si esto es así,es porque somos nosotros quienes a sabiendas de ello consumimos lo que estos nos venden permitiéndoles un espacio dentro de la sociedad.Por lo tanto depende de nosotros su existencia, es por esto que urge una toma de conciencia por parte de las audiencias y mayor responsabilidad del receptor. Por otro lado se nos hace difícil entender aquella hipótesis, que algunos interesados como están, nos quieren hacer creer que si los rating marcan altos índices para programaciones sin contenido o de contenido fácil y vulgar, es por que es esto lo que prefiere la audiencia. No será que son ellos quienes nos quieren imponer esta posibilidad como materia prima para explotarla en beneficio de sus propios intereses personales. El vínculo cada vez más estrecho y fuerte entre las grandes empresas y algunos medios de comunicación, nos hace sospechar desconfiada mente lo que pueda salir de una unión que privilegia los intereses económicos a los del hombre como fin supremo de la sociedad.
Una de las primeras expectativas que deben cumplir los medios de comunicación es la de comunicar desde la verdad, con la mayor puntualidad, buscando la objetividad y con el mayor respeto a la jerarquía de valores. Lamentablemente vemos como algunos medios de comunicación emiten todo tipo de mensajes, con contenido degradante. Escenas de violencia sexo, drogadicción mensajes cargados de expresiones discriminatorias, son emitidos a cualquier hora sin el menor criterio regulador de orden moral o de protección al menor y sin tener en cuenta las mínimas consideraciones éticas, morales, culturales o de amparo al buen gusto a los que tenemos derecho como audiencia. Ante esta situación urge una actitud responsable de parte del receptor quien debe asumir un papel activo en el proceso formativo de la comunicación ante el continuo bombardeo de mensajes al que esta sometido. Como audiencia se nos hace imprescindible hoy en día saber elegir nuestro medio de comunicación, de ello dependerá en gran medida el tipo de comunicación que queramos tener. Del mismo modo debemos estar alerta ante la compleja realidad de las comunicaciones modernas, quienes muchas veces sin darnos cuenta, nos convierten en consumidores compulsivos de sus mensajes. Es aquí donde se debe poner a prueba nuestra capacidad de discernimiento y de confrontación con los auténticos valores éticos y morales apreciando y acogiendo aquellos elementos positivos y excluyendo los negativos. De nuestra maduración y responsabilidad depende que hagamos mejorar aquellos medios que nos ven como receptores pasivos. De la misma manera urge un compromiso moral por parte de los profesionales de los medios de comunicación, quienes deben reflexionar sobre la responsabilidad moral que impone el ejercicio de su profesión, a fin de hacerse una auto crítica, que le lleve a tomar conciencia de los errores, los excesos y omisiones en que incurre en el ejercicio de su profesión. Vicios como el sensacionalismo, la imprecisión informativa, la negligencia para corroborar la veracidad de la información, antes de ser publicada, el avance desaprensivo sobre la intimidad y la privacidad de las personas, deben ser corregidas a fin de avanzar hacia una clara definición de los principios éticos y de los preceptos morales que todo profesional debe fijarse para que su misión comunicacional sea encarado como un autentico servicio a la dignidad del hombre y el bien común en que debe estar inspirado.
Finalmente como comunidad cristiana debemos tomar parte activa, y conscientes de la realidad, debemos inculcar en los demás los verdaderos valores morales de nuestra doctrina evangélica. Los cristianos y particularmente los jóvenes de hoy, debemos tener bien presente que se trata sobre todo de una responsabilidad personal, porque de las decisiones u opciones que tomemos depende en gran parte el camino que elijamos para nuestras vidas, para nuestra integridad y realización como persona y por ende de nuestra cultura y el desarrollo general de nuestra sociedad. Quiero terminar como lo hiciera al inicio, citando las palabras de esperanza de su santidad Juan Pablo II quien nos dice: "Miremos con gran esperanza el nuevo milenio, confiados que existirán personas en la Iglesia y en los medios de comunicación social dispuestos a cooperar para asegurar que la promesa prevalezca sobre la amenaza, la comunicación sobre la alineación. Esto asegurará que el mundo de los medios de comunicación social sea cada vez más agradable, compañera para todas las personas, presentándose a ellas con "noticias" unidas al recuerdo, la información unida a la sabiduría y el entretenimiento unida a la alegría. De este modo también se asegurará un mundo donde la Iglesia y los medios de comunicación social no sea una fuerza que destruya, sino un camino creativo, un amor que refleje el amor a Dios." (ef.4,6) (De la 33va. Jornada Mundial para las comunicaciones sociales "Los Mass Media Prescencia Amiga para quien busca al Padre" Juan Pablo II , May - 19 - 1999)
CASN/NOV.2000